jueves, 15 de marzo de 2007

Silencioso vuelo (Nicolás Gramajo)

cargado de dudas y saboreando una metáfora,
con una estiba de pensamientos q rondan entre los oídos.
haciendo fila, palabras aburridas de esperar,
ya marrones las flores en el florero con agua hasta la mitad,
mal heridas por el reloj de pared q ganó la batalla.
vestida de prada la desilusión se pasea por el conventillo,
la cabellera ensangrentada tiñe la almohada
y el maquillaje se corre dibujando ojeras color noche,
oscura noche.
un espejo roto dibuja con exactitud y colores opacos,
las consecuencias de los cobardes silencios,
un filoso trozo cuelga amenazante sobre las venas
y los estantes vacíos de recuerdos retan a duelo al futuro.
un disco rayado salta siempre en el mismo minuto de grabación,
un instante antes de lo necesario.
este jugador deja caer en cámara lenta su rey
aún habiendo muchas piezas sobre el tablero,
este capitán se hunde con su nave,
este escritor se quema con sus libros

Como un metrónomo en mal estado, el latido del corazón,
y más frió que el metal de una camilla de hospital,
lo encontré, desvaneciéndose en una nube de humo,
a punto de partir, sin decir adiós, solo, como siempre imaginó.
Los papeles arrugados que lo rodeaban quisieron ser cartas arrepentidas,
mojadas por la lluvia y ya casi indescifrables.
Se podían ver rastros de una hermosa pieza de cristalería hecha añicos
y una botella verde ya vacía dentro de la cual encontré una hoja,
desprolijamente puesta a presión y con manchas color bordó,
donde se leía: "cargado de dudas y saboreando una metáfora..."

Bajo la solapa del sobretodo empapado
se escondía un puñal al q se le veía solo el mango,
el silencio se hizo más profundo,
y hasta los ruidos de la cuidad y la lluvia
se calmaron para verlo volar

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