miércoles, 11 de abril de 2007

Segunda sinfonía de Mar en Mi menor (Nicolás Gramajo)

La esquina superior derecha,
o inferior izquierda
(depende a que hora de la noche se lo mire)
del colchón de alquiler
mostraba una simetría con sombra de luna
de la cabecera de hierro de esta antigua cama
(con resortes)

Un poco de arena entró durante la tarde
por la ventana con mosquera rota
y reposó sobre la colcha.
La luz de la luma me permite escribir
a las tres con cuarenta y cinco de la madrigada
con el farol apagado.
Esa luz toma más fuerza al reflejarse
en el espejo astillado
que alguna vez mostró mi rostro feliz,
mientras los sapos y ranas
cantan y corean una melodía desconocida.

Un antiguo reloj de pared
indica las cinco y veinticinco,
pero no se mueve de allí,
parece tan estancado como este pueblo,
detenido a las cinco y veinticinco de un...
digamos que seis de febrero
de algún año de la década del cuarenta...
digamos que el cuarenta y cinco,
donde todo era paz y armonía.

Ese pueblo de pescadores todavía se junta
en el bar a escuchar cualquier partido de fútbol.

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