Veinte y treinta tengo cita
con mi corazón y mi cerebro,
los tres negociaremos,
café por medio,
el futuro del conjunto.
El motivo:
me olvidé de sonreír.
Siento que un pozo, accidentalmente
cayó dentro mío
y como un ciruja vago
buscando algo…
todavía no se que.
Mi cerebro me obligó
a dejar de hablar solo
porque está harto de escucharme,
y el bombo, poco tiempo más aguantará
el monótono ritmo lento,
que salvo algún susto,
mantiene el compás sin alteraciones.
Confieso que estoy un poco nervioso,
que desconozco que rumbo tomará la charla
y cual será la resolución.
Pero a pesar que entre ellos
no se llevan muy bien
pensaremos en conjunto
ya que a los tres nos compete el tema.
Un casi amigo, compañero, conocido,
o como quiera usted llamarlo,
de nombre físico,
protesta por ser de los más damnificados
y amenaza con su autodestrucción
perjudicando así al conjunto.
Yo anhelo una solución pronta y segura.
Como está ya mi vida vacía… no lo se
Como estalla mi vida vacía…

viernes, 13 de julio de 2007
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