A veces quisiera
ponerte un chaleco antibalas
o meterte dentro de un bunker.
A veces quisiera ser yo
quien mueve los hilos de tu vida,
tu titiritero,
pero cada vez veo que tomas
mas impulso para estrellar
tu cabeza contra la pared,
y no sabes la angustia que me da
el imaginarme tu sombrero
empapado en sangre,
tu cráneo partido en dos
y tu corazón en un helado silencio.
A veces quisiera
traerte un poco a la realidad,
pincharte el globo en el que vuelas.
A veces quisiera
sacudirte con violencia,
tomar las riendas de tu caballo,
solamente porque detesto verte llorar,
porque prefiero caerme y hacerme añicos, yo,
pero las experiencias
son intransferibles entre personas,
para aprender hay q vivir,
sufrir y darse la cabeza contra mil paredes.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
nico muy buenos che, esta vez quise comentarte dos por que la verdad me emocionaron, aunq soy facil de sensibilizar estan muy buenos, este por que creo q describe la mezcla de egoismo, cariño y pertenencia, sentimientos que sentimos por nuestros amigos cuando son amigos del alma,ese afan de que hagan lo q creemos q les va a hacer bien, de q se cuiden porq queremos evitarles el dolor y yo me pregunto y te pregunto, ¿hasta donde hacemos lo mismo con nosotrso mismos?, yo creo q nos descuidamos y muchas veces nos ponemos en situaciones en las q odiariamos ver a nuestros amigos, pero bueno supongo q para eso estan ellos no? asi se supone que nos complementamos, no se... besos!!!
Publicar un comentario