jueves, 24 de julio de 2008

Vértices (Nicolás Gramajo)

La vida, en sus vértices,
empuja.
La vida en sus vértices,
bombardea a preguntas,
agudiza los sentidos
y asfixia.

La vida, en sus vértices,
alucina en telarañas y polvo,
encuentra a la conciencia
y al recuerdo abrazados
en un mismo llanto.

La vida, en sus vértices,
no traga recurrentes mentiras.
De memoria conoce los escondites,
desdibuja los secretos
y desenmascara al payaso.

La vida, en sus vértices,
tiene voz de mujer,
profunda bajo el pentagrama,
dedos que van soltando hilos,
humedades mohosas.

La vida, en sus vértices,
tiene sombras,
sombras sin sombrero ni ropa,
artificiales sombras de uno mismo.
Espejos retrovisores y ojos en la nuca.

La vida, en sus vértices,
es un crepúsculo, un ocaso,
cada vez más silencioso,
donde los iracundos gritos
vana apagando sus voces y sus fuegos,
dejando tan solo ecos.

La vida, en sus vértices,
es un paréntesis olvidado,
la cara opaca del espejo,
una repetición,
un epílogo.

La vida, en sus vértices,
tiene duras y filosas aristas,
sangres rápidas y calientes,
tiene soledades
y un aire intoxicado de muerte.

1 comentario:

l_eragon_l dijo...

pucha brother..ta paja tu poema...realmente ensierra toda una vida abstracta...complejamente fasinante..y ala ves melancolica..y reprochosa...sinduda me gusto...XD