En el silencio y la oscuridad
de esta habitación deshabitada,
la gotera más silenciosa
retumba en los oídos
y ensordece a cualquiera.
La breve línea de luz que entra
entre las astas de la puerta
encandila y enceguece.
En el silencio y la oscuridad
de esta tierra desterrada
los inconvenientes se transforman
en gigantes problemas,
las frases estúpidas se combinan
en armoniosos versos,
y las diminutas lágrimas
en torrenciales cataratas.
Los susurros
el alocados gritos,
las fantasías pueden parecer posibles
y los sueños alcanzables.
(O todo lo contrario.)
En el silencio y la oscuridad
de este alojamiento desalojado
el pequeño espacio
que abandonaste en mi cama
se vuelve cada vez más grande.

miércoles, 29 de agosto de 2007
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