miércoles, 12 de septiembre de 2007

Delgada línea (Nicolás Gramajo)

Y allí me encontré,
abrazado a la escultura de su cuerpo,
queriendo guardar cada instante,
cada olor,
para años después poder recordarlo
y contárselo a mis nietos.
Mis brazos, de sobra envolvían
su bella y pequeña silueta
mientras mi mejilla,
len
........ta
...............men
...........................te,
bajaba como un tobogán por su suave pelo,
y en medio de la nada,
dos que se hacían uno.

Con su espalda en mi pecho
y mi mentón en su hombro,
procuro descifrar sus pensamientos,
pero…
MISTERIO es una palabra que equivocó su género.

Que delgada es
la línea que separa el dividendo del divisor,
el MIO del NUESTRO,
el YO más el TU y el NOSOTROS.

Mis labios secos y cerrados
besaban en silencio sus cabellos
con calma,
cuando afuera,
todo era tormenta y tormento.

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