No me dejará dormir este estrés perseguido
por los ruidos relucientes que dejamos
en este amor tan imperfecto,
sobrio como un misíl,
nocturna como la marea,
y brillante como el infinito sol.
No existió el verano,
solo un invierno feliz
y una lluvia de abril
que sigue cayendo sobre mi…
y es que en vos encontré mi niñez
y la verdad es que las horas avanzaron
y hoy la vida me regala
un cuerpo de mujer frágil
y difícil de manejar como una marioneta.
Incierto tren que pronto estará por llegar
y hoy el invierno vuelve para mi
sin poder evitar sentir
el mismo aroma de aquella flor
que una vez te regale,
aferrada a ilusiones
que el mismo destino fue disolviendo
sobre cada lagrima,
sobre una triste y feroz realidad
que solo la resignación podría aceptarla.
No creas que busqué el olvido,
solo dejé pasar el tiempo,
solo le vuelvo a dar una oportunidad
a este amor imperfecto,
a este amor imposible.
jueves, 25 de octubre de 2007
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1 comentario:
querida inés
últimamente estoy encontrando reflejada mi vida, en muchas poesías, de personas diferentes
estas letras tuyas, sobre todo, la última estrofa, parece una copia fiel de mi misma...será que a todos nos está aconteciendo el desamor?
es triste, pero es asi
te mando un abrazo
claudia
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