Malena, niña Malena,
que me llenas el vaso con las poesías
en las que me embriago cada noche.
Malena, tu que más que cantarlo,
escribes el tango como ninguna,
que me lo bailas en tu fina cintura
y tu cara de niña, tu cara de ángel.
Malena, que en cada verso
pones más que todo tu corazón,
dejas tu alma entera palabra tras palabra,
que tus versos se escurren en mi alma
como la fina arena
que se escabulle entre mis dedos.
Malena, ¿Quién te sopla
tanta hermosura al oído?
¿en que pradera cosechas tantas flores bellas?
Sueña mi niña Malena,
sigue soñando,
píntame una sonrisa y una realidad fantástica,
escríbeme un soneto por cada angustia,
y otro por cada alegría.
Envuélveme, abrázame, acaríciame
y llévame volando con tus letras,
arrástrame por el piso
y levántame con tus melodías,
bésame los tímpanos con tus palabras
y hazme sangrar con tus lágrimas,
pero no te olvides mi pequeña Malena
de vivir tu propia vida,
de jugar tu propia partida,
de escribir tu propia historia.
viernes, 25 de enero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario