Me desperté en la fugás madrugada de una pesadilla
atravesando el cielo del amanecer,
buscando la aurora que perdí
en la sombra de la noche.
Y vino el,
bajo una lluvia de amapolas
que no me dejan ver la realidad,
pero se que es el…
como ha pasado el tiempo,
su perfil es de un hombre
y sus palabras aparentan la madurés,
pero en el retrato de sus ojos
se conservan aquellas pupilas lastimadas
por la mirada que un dios le negó.
Y hoy un siglo ha pasado sobre mí,
y hoy una duda vuelve a destilar un adiós.
Hoy mi musa es sinónimo de su piel,
hoy me esmero mas que ayer
en volver a ser aquella dama
que aprendió a ser mujer,
hoy rompamos la muralla del orgullo
y culpemos al destino por volvernos a ver.
Al final el tiempo nos reunió,
fue casi real,
pude sentir sus latidos con el tacto de mis manos,
un húmedo beso que dejaste escrito
en la última carta que nunca respondí,
esta noche no existirán los lamentos
ni un predicción futura que me separe de ti.
nos tomaremos aquel tren
que una tarde de otoño dejamos partir,
en lo oscuro de aquel vagón dormía el invierno,
bebiendo la luz de alba
hasta el comienzo de la primavera.
Un sueño me persiguió.
Un sueño Mantuvo la esperanza.
Un sueño me devolvió su regreso.
viernes, 14 de diciembre de 2007
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2 comentarios:
Porque la vida es un sueño y la pintura que ves... es lo vos pintaste
Saludos desde mí
Es absolutamente hermoso lo que has escrito, excito sentido de los sentimientos, los recuerdos y las emociones.
un abrazo
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