jueves, 25 de octubre de 2007

El silencio de un adios (Ines)

Dejo esta puerta abierta y oscura
para que puedas irte
como siempre lo quisiste,
como un día lo elegiste.

Las inquietudes de la soledad ya se fueron,
así que no debes preocuparte por verme caer,
por que vendiste mi alma,
por que cambiaste mi sueños
por explosivas actitudes
que hoy me saquean del baúl
mis recuerdos mas bellos.

La ansiosa magia en tus ojos
no provoca mas las sensaciones dulces
de aquel amor que simplemente creí cierto,
por que lo sentí verdadero,
por que quise que lo fuera,
pero el orgullo y el egoísmo fue tu elección.

Pudo ser hermoso pero no lo fue
y hoy me lastima usar verbos en pasado,
verbos que mataron una historia,
que dejaron tantos capítulos abiertos,
tantos túneles recorridos
por encontrar la luz solamente para ofrecértela.

Fue en vano y lo intente,
fue imposible y lo creí posible,
por que cuando el amor actúa sin telones de ficción
uno compra una ilusión y errante elige lo peor,
pero hoy inútilmente vuelvo a escribir de vos
de el ultimo fin de la ultima brisa
que va de dejando el olvido,
es el quien se lleva lo mejor,
lo esencial de la profundidad de nuestro mar.

Y no es macabro
lo que pienso hoy de mi sutil tristeza,
es solo una forma de decirte
como estoy sin ti.

Amor imposible (Ines)

No me dejará dormir este estrés perseguido
por los ruidos relucientes que dejamos
en este amor tan imperfecto,
sobrio como un misíl,
nocturna como la marea,
y brillante como el infinito sol.

No existió el verano,
solo un invierno feliz
y una lluvia de abril
que sigue cayendo sobre mi…
y es que en vos encontré mi niñez
y la verdad es que las horas avanzaron
y hoy la vida me regala
un cuerpo de mujer frágil
y difícil de manejar como una marioneta.

Incierto tren que pronto estará por llegar
y hoy el invierno vuelve para mi
sin poder evitar sentir
el mismo aroma de aquella flor
que una vez te regale,
aferrada a ilusiones
que el mismo destino fue disolviendo
sobre cada lagrima,
sobre una triste y feroz realidad
que solo la resignación podría aceptarla.

No creas que busqué el olvido,
solo dejé pasar el tiempo,
solo le vuelvo a dar una oportunidad
a este amor imperfecto,
a este amor imposible.

Las de ella (Nicolás Gramajo)

Nació a la derecha de un ojo gris,
el izquierdo,
sin saber muy bien por que,
en una conjunción entre dolor y alegría.

Recorrió palmo a palmo
el costado de la nariz
y terminó en su boca
(la de el).

Cuando el tiempo desplegaba
sus alas de colores
y todo parecía ir en cámara rápida,
renació en la nuca y bajó
muy suavemente
por su espalda desnuda
como gota espesa de sudor
dibujando un canal bien a la mitad,
donde se unen las costillas.

Sin titubeos siguió corriendo
rumbo al sur por la blanca piel
desembocando en el gran valle
donde nacen sus piernas.

Allí, salada y solitaria,
se encontró con su mano (la de el),
que pareció encontrar el torrente
casi de casualidad.

Y su vida culminó cuando besó su frente
y depositó allí la lagrima (las de ella).

miércoles, 17 de octubre de 2007

Blanca entre pactos (Martín Cedrés)

Lo mejor de la noche
Es que su luna
(la de esta noche)
carece de agujas

y solo en su forma
se parece a mi enemigo
pero ella es bella
entonces nos entendemos

lo mejor de la noche
es que existe
y que no es un fin
sino un comienzo

y no es nuevo ni distinto
es mejor y mas
con un olor perfecto.
Azul y no Negra…

en todo caso
un pacto,
eterno, secreto
ambicioso y fugaz…

casi como mi vida

sábado, 13 de octubre de 2007

Los niños dibujan lo que ven (Martín Cedrés)

Sin efecto
ni sentido
sin contraste
ni vuelta atrás

ni impresionismo
ni realismo
ni CharleS ChapliN
ni el primer disco de fito paez

los niños de s. XXI
dibujan lo que ven
gritan la ironía
y se ríen del dolor

inocentes del carajo
zapatos de cemento
QUE REVIENTAN
políticos de mal olor

blanco y negro
ja ja ja
tierra y cielo
ja ja ja

los niños del s.XXI
desatan corbatas
y se arman de barcos.
Ahí les llega la paz...

domingo, 7 de octubre de 2007

Lo definitivo (Nicolás Gramajo)

El amor y el luto
se maquillan de definitivos
pero no lo son.
Ni la vida ni el olvido.

Nunca digas siempre,
ni digas jamás.
Todo avanza, todo vuelve,
evoluciona o involuciona.

Ni el vicio ni la paz;
tanto héroes inventados
como amigos desaparecen.
Ni las estructuras majestuosas,
las cucarachas o los tatuajes.

Todo es consumido
por la llama del tiempo.

sábado, 6 de octubre de 2007

Sin aviso ni cartel (Nicolás Gramajo)

Tan descabellado como encontrarte aquí,
a unos años del adiós,
personificada en otro nombre,
echándole alcohol a heridas que creía cerradas.
Hasta que llegó el ardor.

Tu, con tus locuras y tus pastillas,
tus viajes y tus vuelos,
tus delirios y tus fobias,
revolviendo entre las cenizas de esta muerte,
todavía vestida de negro.

Como esas velas
que nunca acaban de apagarse,
disfrazada de niña recién parida,
con una belleza no tan abstracta
y una bufanda negra en el cuello
para ocultar las marcas de los dientes,
todavía frescas.

Iba viciado como un blues encerrado
y llegaste con tu melodía primaveral
a darme un poco de oxigeno,
pero sin embargo, le metiste más bebida
a mi ultimo vaso casi vacío.

Bajo tus grandes gafas negras
llevas tus ojeras profundas
de noches sin dormir y resacas,
pero igual veo a través de ellas
y te veo, linda, como siempre,
tan interesante como indescifrable.

Maldita costumbre la tuya
de llegar sin aviso ni cartel,
pero creo que odio más aún
ese hábito de irte sin decir ni una palabra.